En Nuevo León tenemos a dos candidatos a la Gubernatura que, aunque pertenecieron a un partido político anteriormente, en esta ocasión contienden sin ser militantes, utilizando este mismo hecho como estandarte de sus campañas: Jaime Rodríguez "El Bronco", como independiente, y Fernando Elizondo, por medio de Movimiento Ciudadano.
Aunque la anterior militancia de Jaime en el Revolucionario Institucional hace dudar a algunos de su independencia, su distancia con la cúpula priista quedó demostrada al no haber sido él mismo el abanderado tricolor, sino Ivonne Álvarez.
Esto, pues de haber sido él el candidato, hubiera arrasado fácilmente con la elección, ya que además de tener dos años trabajando su imagen en el Estado, tiene un perfil, experiencia y trayectoria mucho más destacados que la actual candidata.
Si ambos, Jaime y Fernando, se oponen de manera categórica al bipartidismo que hemos padecido durante varias administraciones públicas en nuestro Estado, sin excepción, en todos los niveles de gobierno, ¿sería descabellado unir esfuerzos para construir un mejor Nuevo León?
Ambos se oponen al proyecto del acueducto Monterrey VI, plantean formas para mejorar la situación financiera del Estado, para invertir y mejorar el transporte y vialidad.
Están decididos a combatir la delincuencia organizada para librarnos de la inseguridad que por tantos años nos ha azotado. Ambos hacen parte de su discurso político el combatir la impunidad y corrupción que son características de los políticos que actualmente tenemos.
Siendo más las similitudes que discordancias en sus proyectos, a los ciudadanos que queremos ponerles fin a los gobiernos de partido no nos conviene que los dos candidatos más distanciados de ellos que contienden por la Gubernatura permanezcan separados, pues esto únicamente dividirá al electorado el 7 de junio, cuando lo que necesitamos es toda la fuerza posible si queremos un Gobierno libre de injerencias partidistas.
Pero la situación no es óptima, pues esto ya ha sido planteado antes y no ha dado buenos resultados, ninguno de los dos quiere declinar en favor del otro. A la fecha, Jaime aún sostiene la invitación de unidad que hace a Elizondo.
Aunque esta problemática sea de esperarse, entre estas dos soluciones la más viable parecería ser que Fernando se una a la campaña de Jaime, pues además de que éste lo aventaja exponencialmente en la mayoría de las encuestas, incluida la de EL NORTE, gran parte de su fuerza se sostiene en el impulso adquirido a raíz de su candidatura independiente, en la que rechaza categóricamente el uso de partidos políticos.
Si Jaime usara la plataforma partidista de Movimiento Ciudadano que respalda a Elizondo, además de que todo el esfuerzo invertido en conseguir casi 400 mil firmas, tanto por parte de su equipo como de los ciudadanos que se tomaron el tiempo de firmar, se convertiría en un desperdicio, perdería mucho más apoyo del que ganaría con la alianza.
Una fórmula de gobierno en la que se pueda aprovechar la mano dura, convicción y experiencia de "El Bronco" para neutralizar la delincuencia organizada y expulsar a los corruptos del sistema, así como la inteligencia, capacidad y perfil financiero de Elizondo para resolver la grave crisis de endeudamiento que padecemos todos los nuevoleoneses, es una oportunidad inmejorable para el bienestar ciudadano, y revitalizar la decaída imagen de nuestro Estado ante los ojos del mundo.
Es por eso que invito a Fernando Elizondo, y a todos los ciudadanos de Nuevo León, a que no desperdiciemos la oportunidad de hacer historia y convertir a Nuevo León no sólo en un ejemplo de cambio para el País, sino en el primer Estado con un Gobernador independiente de toda Latinoamérica.