"Operación Margen Protector" es la ofensiva militar israelí que fue ejecutada el 8 de julio, a raíz del lanzamiento de 100 misiles provenientes del territorio palestino de Gaza, dirigidos a Israel.
A pesar de que este ataque fue neutralizado por el sistema antimisiles de vanguardia con el que cuenta el Estado judío, esto resultó en un contraataque en el que las fuerzas militares de Israel han demostrado la gigantesca diferencia de poder entre ambos territorios, al grado de que, al día 18 de julio, sólo dos israelíes han muerto en este conflicto, contra casi 300 muertos y más de 2 mil heridos en Gaza (incluyendo militares y población civil de todas las edades).
Ante esta tragedia humanitaria, surge la cuestión: ¿qué ha causado tanto odio entre los pueblos para llevarlos al grado de utilizar más de 3 mil explosivos en sólo 10 días?
Hasta después de la Primera Guerra Mundial, el área que actualmente ocupan Israel y Palestina formaba parte del Imperio Otomano.
Una vez transcurrido este lapso, la extinta Liga de Naciones acordó la administración británica de esos territorios hasta que éstos pudieran hacerlo por sí mismos, de manera que Palestina se convirtió en un protectorado.
En la historia ha habido cinco grandes olas de migración de judíos a Palestina, denominadas "Aliyá"; las últimas tres, durante el periodo de dominio británico, fueron las más numerosas al superar los 300 mil migrantes en conjunto.
Al término de la Segunda Guerra Mundial, y ante la presión de la comunidad judía, que ahora era el 33 por ciento de la población de Palestina, el Gobierno británico anunció que al no poder llegar a una solución aceptable para ambos grupos -árabe y judío-, pondría fin a su administración.
Después de intentos fallidos de la ONU para solucionar el conflicto, estalló una guerra civil que resultó en la creación del Estado de Israel, así como en el consecuente desplazamiento de más de 700 mil palestinos, grupo que terminó por conservar únicamente la diminuta franja de Gaza y Cisjordania.
A raíz de esto, por décadas Israel estuvo en guerra con sus países vecinos.
Incluso a pesar de firmar múltiples tratados de paz con estados como Egipto y Jordania, esto no habría de resultar en una paz sostenida, pues Hamas, la organización islámica en los territorios palestinos, en el poder desde 2006, ha orquestado múltiples ofensivas militares contra Israel.
En el plano del derecho internacional, es importante destacar que desde 1967, tras la Guerra de los Seis Días, Gaza es un territorio que se encuentra bajo la ocupación de Israel, que actualmente controla su espacio aéreo, marítimo y flujo fronterizo. Aunque desde 1994, mediante los Acuerdos de Oslo, se le concedió a la región palestina un derecho parcial de autogobierno.
En este sentido, al ser Gaza un territorio militarmente ocupado por Israel, tras su victoria en la guerra, tal como lo ha designado la comunidad internacional, el marco jurídico establecido por las Convenciones de Ginebra y sus protocolos, así como la Conferencia de La Haya de 1907, considera a los territorios ocupados de esta forma como una extensión del mismo Estado ocupante, por lo que imposibilita el ejercicio del derecho de legítima defensa, incluso ante un ataque, así como el uso generalizado de fuerzas militares, únicamente quedando disponible el uso de la Policía y, excepcionalmente, del ejército.
Hacer a un lado el derecho internacional por parte de Israel, cuya contravención ya ha sido destacada por la misma Corte Internacional de Justicia, ha resultado en la preocupación de las Naciones Unidas, así como la crítica de gran parte de la comunidad internacional.
No obstante esto, al contar con el respaldo político de Estados Unidos, reflejado en el Consejo de Seguridad, Israel contraviene el derecho internacional al responder a los ataques de Hamas con el sostenimiento de una ofensiva castrense contra un pueblo que de manera adicional, ante su poderío militar superior, resulta completamente desproporcionada.