Desde hace ya más de tres años se nos ha impuesto la idea a los sampetrinos de que nuestro municipio “está blindado”; que si no salimos del municipio, estaremos bien resguardados en nuestra burbuja, y parecieran hasta querer convencernos de que existe una especie de barrera invisible que rodea nuestro municipio e impide a los delincuentes atravesarla.
¿Y quién ha de dudar del blindaje de nuestro municipio?, pues el hecho de que a la gente le guste cerrar los ojos cuando tiene miedo, aunado a que los medios de comunicación jamás parecen reportar sobre algún incidente en relación a la seguridad en San Pedro, resulta en una creencia ficticia sobre la existencia del orden y la paz.
Como lo denota la imagen, nuestros servidores públicos hacen un excelente y veloz trabajo en eliminar de la vista de los ciudadanos cualquier evidencia que pueda denotar un reto a la autoridad sampetrina; cualquier evidencia que demuestre la realidad; cualquier evidencia que tire de la venda que les pusieron en los ojos a los ciudadanos.
No dudo que tengamos uno de los mejor cuerpos policiales del país; tampoco indago sobre la capacidad de nuestro aún alcalde, Mauricio Fernández, a cargo de nuestra seguridad, pues mentiría si dijera que San Pedro no es más seguro desde que entró en funciones en 2009, pero lo previo no implica que en el municipio no se cometan los más graves delitos, ni que el mismo esté “blindado”, ni mucho menos llegar a afirmar que “en San Pedro no pasa nada”.
Puede que los medios de comunicación deliberadamente omitan informarnos sobre lo que realmente sucede en San Pedro, de igual manera que las autoridades municipales continúan con sus declaraciones en que parecería que ubican a San Pedro en niveles utópicos, pero no podemos fundar nuestros juicios cotidianos en la ignorancia, y menos cuando esto pudiese implicar un robo a mano armada, una privación ilegal de la libertad, o nuestra vida misma.
Me declaro culpable de llegar a pensar que “en San Pedro no pasa nada”, al igual que muchos otros sampetrinos; por el riesgo que implica este pensar, escribo este artículo.
Es tiempo de quitarse la venda de los ojos, pues de lo contrario, ¿cómo enfrentaremos enemigos que ni siquiera podemos ver?
-Javier Náñez Pro