El numeral 130 de nuestro máximo ordenamiento normativo dispone expresamente la separación del Estado, las iglesias y demás agrupaciones religiosas, mismo numeral que adminiculado con el artículo tercero de su ley reglamentaria, la Ley de Asociaciones y Culto Público, conforma el carácter laico del Estado Mexicano; este reza el siguiente texto:
“Artículo 3º.- El Estado es laico. El mismo ejercerá su autoridad sobre toda manifestación religiosa, individual o colectiva, sólo en lo relativo a la observancia de la Constitución, Tratados Internacionales ratificados por México y demás legislación aplicable y la tutela de derechos de terceros.
El Estado no podrá establecer ningún tipo de preferencia o privilegio en favor de religión alguna. Tampoco a favor o en contra de ninguna iglesia ni agrupación religiosa.
Los documentos oficiales de identificación no contendrán mención sobre las creencias religiosas del individuo.”
Del previo numeral se concluye que un Estado laico es aquel que debe mantener un estado neutral en materia de religión y por lo tanto no puede establecer ningún tipo de preferencia o privilegio en favor de iglesia u organización religiosa alguna.
En estos últimos días 23, 24, 25 y 26 de Marzo, fue más que evidente no solo a los ojos de los mexicanos, sino a los de toda la comunidad internacional, que el carácter secular del Estado Mexicano es meramente un formalismo y que el gobernador Juan Manuel Oliva, el supremo líder católico Joseph Ratzinger, e incluso el Presidente Felipe Calderón, quien demuestra su consentimiento a este acto de ilegalidad y demás autores intelectuales de este evento, no tienen el mínimo respeto por la Constitución Mexicana ni conocen, al parecer las consecuencias que devienen de su actuar.
El principal problema de esta situación no es el circo acogido por el gobierno en Guanajuato[1] (con toda la potencial afectación a los residentes que esto pueda conllevar), ni la evidente preferencia que hace nuestro Jefe de Estado a nombre de todos los mexicanos a esta organización religiosa, sino el descaro de desembolsar entre 126.5 y 138.5 millones de pesos (primera cifra expuesta por Milenio[2] y la segunda por Provincia[3]) por parte del gobierno para financiar su actuar ilícito ante los ojos de todo el país. Un país cuyo declive en su cultura de la legalidad se ve claramente evidenciado en el actuar de un presidente que aparenta no conocer los decretos que él mismo publica.[4]
Con base en estas cifras, y aclarando a los lectores que piensen que el gasto erogado se justifica al aparentar constituir éste una visita política del Jefe de Estado del Vaticano y no religiosa, desgloso el gasto realizado por los diferentes niveles de gobierno de Guanajuato:
Milenio exhibe los siguientes datos:
De los 110 millones gastados por el gobierno estatal de Guanajuato, 75 millones fueron destinados a la construcción de estructura en la explanada que sirvió como altar para la misa en el Parque Bicentenario y los otros 35 millones fueron destinados en materia de seguridad, salud y protección civil para el evento.
El municipio de León gastó 6 millones de pesos, de los cuales tres fueron destinados a pagar horas extras a los servidores públicos y los otros tres a colocar baños para las rutas y zonas de acampado.
La capital, Guanajuato, invirtió 5 millones, de los cuales dos fueron destinados a obras públicas y los tres restantes para pagar obras extras a funcionarios.
5.5 millones de pesos fueron restados del patrimonio del municipio de Silao, de los cuales 5 millones se destinaron a la remodelación y el nuevo sistema de iluminación del monumento a Cristo Rey, y los 500mil restantes en servicios.
Provincia agrega, además de estas cifras, un gasto adicional de 2 millones de pesos por parte del Estado para iluminar la catedral en la que se reuniría el líder espiritual con obispos del continente americano, 8 millones más por parte del municipio de León, y un recuento respecto al pago a funcionarios de sus obras por parte de la capital, que asegura ser 5 millones y no sólo 3.
Esto evidencia de manera fehaciente que la fachada de venir como “representante del Estado Vaticano” es una cubierta para justificar gastos que no se apegan a nuestro ordenamiento jurídico, ya que de estos se desprende que aunque formalmente pueda haber venido como Jefe de Estado, los gastos erogados por el gobierno no son gastos destinados a sus funciones como representante del Estado Vaticano, sino como líder espiritual de la Iglesia Católica Romana.
En septiembre del 2011, el Dalai Lama, líder espiritual del budismo tibetano, y Jefe de Estado del Tibet, análogo a la figura del papa frente a los católicos y el Vaticano, respectivamente, visitó México los días 9, 10 y 11, en los que dio diversas conferencias y seminarios en su estancia. Bajo la lógica que se está siguiendo por parte del gobierno, consistente en patrocinar con fondos públicos la visita de líderes religiosos a México, algo similar se debió de haber realizado cuando el Dalai Lama visitó nuestro país, ya que “El Estado no podrá establecer ningún tipo de preferencia o privilegio en favor de religión”. Si lo recuerdan, esto no fue así; todos los gastos que conllevó la visita fueron cubiertos por el representante del pueblo tibetano en nuestro país: Casa Tíbet México.
¿Por qué esta diferencia entre religiones? No solo es ilegal el actuar del gobierno por quebrar con el esquema del Estado Laico, sino lo es a su vez al dar una evidente preferencia, distinción y trato a la Iglesia Católica sobre las demás organizaciones religiosas.
¿En dónde quedan nuestros Derechos cuando nuestros gobernantes hacen lo que quieren con nuestro dinero en perjuicio del país y especialmente afectando a los habitantes de Guanajuato? Al gastar una cantidad tan elevada de dinero cuando es evidente que, además del aspecto jurídico, no parece que al estado de Guanajuato le sobren recursos, ya que si lo fuese así, León no sería el cuarto municipio con el mayor número de habitantes pobres del país.
Pobres de nosotros los mexicanos que cuando suceden manifestaciones de ilicitud y perjuicio de esta magnitud y evidencia tan notoria, no se indignan ni reclaman los mismos derechos por los que sus antepasados lucharon; sino que hasta celebramos sus actos en la cara de las mismas autoridades que se mofan y aprovechan de nuestra ignorancia.
-Javier Náñez Pro
[1] De acuerdo con el Coneval, Guanajuato es uno de los los siete estados que concentran el 64 por ciento de los nuevos pobres del País. De 2008 a 2010, el nivel de pobreza en la entidad aumentó 4.3 por ciento. En tanto, León es el cuarto municipio con más habitantes en situación de pobreza: un total de 600 mil 145.
[2] Disponible en línea: Milenio <http://www.milenio.com/cdb/doc/noticias2011/304c59eb3e4fec5985b35a584e18de78> (28/03/2012)
[3] Disponible en línea: Provincia <http://www.provincia.com.mx/2012/03/solo-en-obras-y-logistica-visita-papal-costara-134-mdp/>
[4] El artículo 3 de la Ley de Asociaciones y Culto Público fue reformado en su primer párrafo y adicionado el segundo el 19 de Agosto de 2010, misma reforma que en su momento tuvo que ser aprobada por el presidente Felipe Calderón para su publicación en el Diario Oficial, ya que esas fechas ejercía su actual cargo de Presidente de la República.